viernes, 8 de abril de 2011

REDUCIR EL FRACASO ESCOLAR

Con la llegada de las nuevas Tecnologías de la , Información y la comunicación ha habido un cambio muy significativo en la manera de ofrecer y recibir información. En muy poco tiempo hemos pasado de la carta al teléfono fijo, para posteriormente, llegar al uso del teléfono móvil. Parece que estas nuevas TIC cada vez evolucionan más rápidamente, siendo hoy por hoy casi inimaginable que un/a adulto/a no disponga de este.
A la hora de informarnos se nos ha abierto todo un mundo, con la llegada de “Internet”, es tan alto el impacto que ha supuesto, que incluso ha hecho peligrar la prensa escrita en papel que busca a la desesperada su salvación regalando cualquier clase de magazine, coleccionable o hasta sartenes para la cocina. Toda esta evolución ha llegado a las empresas y sus oficinas, variedad de servicios, a nuestros hogares, pero aunque parezca mentira, a día de hoy, su buen uso, no es del todo visible en nuestro sistema educativo,” uno de nuestros mayores pilares para la construcción de una sociedad más justa”.
La educación, en particular, hablemos de la escuela, no está del todo actualizada en este campo, y aunque, en cierto modo, encontramos  estas herramientas, no  es tanto, el buen uso de estas, que ejercen nuestros educadores. No están adaptadas las nuevas TIC como no están adaptados los currículums escolares para poder sacarle un alto grado de efectividad. Con esto no se quiere decir que únicamente nos basemos en las TIC para mejorar el sistema educativo, que a día de hoy parece que se  ha quedado un tanto anticuado, sino utilizarlas como complemento a  algunas de las capacidades que se transmiten y que resultan favorables para el desarrollo educativo de los/las escolares, además de diferentes innovaciones que puedan resultar de la investigación pedagógica (nuevas metodologías que trabajen la memorización con el uso de TIC, consultas, actividades que favorezcan el desarrollo de la imaginación, creatividad y talentos de los estudiantes…)
En definitiva, entendemos que nos queda  un duro trabajo, pero esperemos que el camino a la adaptación y el buen uso de estas nuevas tecnologías no esté tan lejos como parece y que  pronto podamos disfrutar de esos grandes resultados deseados por el bien de nuestra educación, es decir, de nuestra sociedad.